Alimentación ecológica y natural

Cualquier detalle es importante a la hora de cuidar nuestra salud y tratar de llevar un estilo de vida
natural. La alimentación es un pilar fundamental que deberíamos tener en cuenta, no solo por el simple
hecho de que incide directamente en nuestra salud sino porque nuestra forma de consumo y el tipo de alimentos que
ingerimos tienen un enorme impacto en la naturaleza.
Vivimos, junto con otros millones de especies, en un planeta que forma un ecosistema que tiende naturalmente al
equilibrio, pero somos los únicos que lo maltratamos. Al mismo tiempo ingerimos alimentos que se alejan de su forma
natural y no somos conscientes de lo dañinos que pueden llegar a ser para nuestro organismo.
¿Cómo podemos reaccionar, apoyándonos en la alimentación, para mejorar la salud del planeta y la de nuestro cuerpo?
¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de consumir para vivir un estilo de vida natural y en armonía con nuestro entorno?
Relación entre estilo de vida y enfermedades:
Las muertes por enfermedad crónica (diabetes, infartos, enfermedades cardíacas, cáncer, etc) suponen el 63% de las
defunciones totales anuales. Al tratarse de enfermedades de progresión lenta, están claramente vinculadas a nuestro
estilo de vida y por esta razón hay que atender de una forma más comprometida y consciente a nuestra manera de vivir.
La alimentación entra aquí como un actor importante para prevenir estas enfermedades. Vivimos en una sociedad
sobrealimentada y paradójicamente mal nutrida. La mayor parte de la gente no lleva una dieta equilibrada ni consume
alimentos orgánicos y naturales. Al contrario, se consumen muchos productos procesados de escasa
calidad nutricional y elevada densidad calórica. En consecuencia, se altera el equilibrio del organismo y el sistema
inmunológico se debilita. Si además estos malos hábitos alimenticios van acompañados del consumo de alcohol y/o tabaco
y de un déficit de ejercicio físico, se forma un cocktail poco saludable que aumenta las probabilidades de padecer
este tipo de enfermedades.
¿Cómo son entonces las comidas saludables? ¿Es la comida orgánica la mejor forma
de conseguir un plato saludable?
Alimentación ecológica, ideal para un estilo de vida natural:
Hay varios estudios que han tratado de averiguar si los alimentos orgánicos, es decir, aquellos
que han sido cultivados o criados sin fertilizantes químicos, plaguicidas, herbicidas, hormonas ni fármacos
sintéticos, son más saludables que los no orgánicos. Desde el punto de vista de calidad nutricional no hay suficientes
evidencias científicas que lo prueben. Sin embargo, y tal y como concluyó un estudio de la Universidad de Stanford en 2012, sí es cierto que
“el consumo de productos orgánicos puede reducir la exposición a residuos de pesticidas y de
bacterias resistentes a antibióticos”.
Otro estudio francés de los institutos de salud INRA e INSERM,
estableció “que los mayores consumidores de alimentos producidos por una agricultura ecológica tienen
un riesgo 25% inferior de padecer cáncer con respecto a la población que solo accede a la alimentación convencional”.
Sin embargo, dicen, hay un sesgo, normalmente la población consumidora de alimentos ecológicos está
más concienciada por su salud y lleva una vida en general más saludable.
Por otra parte, es evidente que desde el punto de vista gustativo, no sabrá igual un tomate del huerto de tu casa
que uno del supermercado. Pero más allá del dilema entre alimentación ecológica o convencional, lo
importante debería ser también priorizar los productos de temporada y proximidad que dinamiten el comercio local, que
tengan poco impacto ambiental y que respeten el buen estado de los animales. Porque, ¿qué sentido tiene comerse un
kiwi “bio” si proviene de Nueva Zelanda? La huella ecológica será enorme.

Desde el punto de vista medioambiental, sumarnos a esta transición hacia una alimentación natural,
ayudará al cuidado del medio ambiente. La agricultura industrial es destructiva por el alto consumo de agua y petróleo
que precisa y por la deforestación de los ecosistemas. Además pondremos nuestro granito de arena para reducir el
calentamiento global ya que los productos no orgánicos se les aplica fertilizantes y plaguicidas de naturaleza química
que generan emisiones de gases efecto invernadero.
Alimentos ultraprocesados, adicción a la malnutrición:
Este tipo de alimentos han pasado por procesos industriales sustanciales e incluyen conservantes, edulcorantes y
potenciadores de color. Además de tener una calidad nutritiva muy pobre, suelen tener grandes cantidades de grasas
poco saludables y azúcares añadidos. Esa es una de las razones por las que se vuelven adictivos y nos incitan a comer
más. Se ha demostrado que las personas que comen productos ultraprocesados suelen ingerir más calorías de las
necesarias. En consecuencia, hay más probabilidades de padecer obesidad y problemas cardiovasculares.
Por otro lado, el consumir una cantidad más alta de estos alimentos, hace que reduzcamos en nuestra dieta los
alimentos más sanos, como frutas y verduras. Es decir, que la balanza se inclina aún más hacia una
alimentación poco saludable.
Como decíamos al principio del artículo, todo cuenta a la hora de llevar un estilo de vida natural y sano. Desde
Ekoideas te animamos a tomar conciencia sobre tu alimentación y esperamos que te subas al tren de los hábitos
de vida saludable. No solo tu cuerpo te lo agradecerá sino también el planeta. En este enlace
encontrarás todo tipo de productos sostenibles para empezar a crear tu cocina ecológica.