Vivir sin plástico

Desde hace unas décadas el uso del plástico ha ido ganando popularidad hasta el punto de que hoy en día nos es muy difícil imaginar vivir sin plástico. En realidad, el desarrollo económico no se habría producido de la misma forma sin este material, el cual es muy importante en ámbitos como la medicina, la tecnología o el transporte. 

Pero esa es la parte bonita de la historia. Se ha llegado a un punto en que prácticamente todo contiene plástico. En el año 2018 de produjeron en el mundo 360 millones de toneladas. Cada año acaban en los océanos 8 millones de toneladas, contaminando las aguas y causando mucho daño a las especies marinas. 

El plástico no se biodegrada. Tarda siglos en descomponerse y no todo se puede reciclar. De hecho se calcula que solo el 14% se recicla. ¿A dónde va a parar el resto? 

Estamos ante un problema de gran envergadura y que nos está afectando directamente. El plástico está por todo el mundo. Incluso acaba en nuestros platos ya que este se descompone en micro partículas que comen los peces que consumimos. En el mar, existen cinco grandes continentes de plástico, uno de ellos del tamaño de España, Francia y Alemania juntas. Se calcula que en 2050, habrá más toneladas de plástico que de peces en los océanos.

Para rematar estas cifras catastróficas, los residuos plásticos contribuyen al cambio climático por las toxinas que desprenden, perjudican la calidad aire, causan la muerte de muchas especies al ingerirlo o quedándose atrapadas en él y se desconoce las repercusiones que pueda tener a largo plazo en nuestras vidas por sus aditivos químicos.

Por esta razón queremos animarte a reducir o incluso eliminar el uso de plástico en tu vida, para cuidar el planeta, los seres vivos que habitan en él y por si fuera poco, nuestra salud.

Reciclar plástico no es la solución al problema. Primero porque no todo es reciclable y segundo porque es una industria que también contamina. Obviamente es mejor reciclar que no hacer nada, pero tenemos que hacer esfuerzos para dejar de usarlo, dejar de producirlo.

Una vida sin plástico requiere esfuerzo, planificación y disciplina. Pero aunque no consigamos eliminarlo del todo, con intentar reducir al máximo su uso, sobre todo aquellos productos donde hay otras opciones que son sostenibles, ya ayudaremos mucho:

- Di adiós a las bolsas de plástico. Utiliza bolsas biodegradables o mejor aún, llévate contigo bolsas ecológicas de tela para hacer la compra.

- Evita los productos que están envasados sin necesidad. Por ejemplo fruta envuelta con plástico, ensaladas en bandejas, etc.

- Compra un filtro para poder beber agua del grifo y no tener que comprar botellas de agua. 

- Si hay algo que está envasado y no puedes evitar, compra el tamaño familiar o grande.

- Pásate a la compra a granel. Es importante empezar a consumir de forma responsable y un gran paso es comprar en tiendas granel, evitarás una cantidad enorme de envases.

- Prioriza los productos con envases biodegradables o ecológicos. 

- Si hay un mismo producto con envase de vidrio o cartón, adquiere este en lugar del de plástico.

- Evita los productos desechables. Café con vaso de plástico, pajitas, platos…todos los desechables tienen alternativas.

- Empieza a cambiar los productos que consumes de cosmética. Puedes comprar a granel en tiendas especializadas y así evitar muchísimos residuos plásticos. Hay productos más naturales y que además vienen sin plástico. Investiga.

- Rechaza todo lo que no sea verdaderamente necesario. Compra de forma más responsable. Si ya no entra en tu casa, será un residuo menos que generarás.

Todos estos puntos son pasitos que podemos ir haciendo para llevar un estilo de vida más sostenible. Empieza por lo más fácil y ve subiendo de nivel. Requiere mucho esfuerzo y planificación vivir sin plástico, pero no te frustres, solo con reducir todo lo que puedas su consumo dentro de tu situación y posibilidades, ya será un gran avance para ti y el planeta.

Te animamos a visitar nuestra sección de cocina y cuarto de baño con alternativas ecológicas al plástico y productos sostenibles. Empieza a cambiar para crear un hogar sin plástico.