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Tips y consejos
Después de una temporada de excesos en la alimentación, lo habitual es buscar qué técnicas funcionan mejor para recuperar nuestro peso. La dieta, el ejercicio y el adiós al sedentarismo suelen ser la opción principal, pero no hay que descuidar otras alternativas complementarias.
Hoy hablaremos de un aspecto del día a día que nos puede ayudar a perder peso. Sí, nos referimos al sueño, y a cómo un descanso saludable y equilibrado puede ser el mejor compañero en la reducción de esos kilos de más.
Si duermes mal y poco, tienes un desequilibrio hormonal en la grelina y la leptina. La primera es una hormona que estimula el apetito y la segunda es la encargada de decirle al cerebro que estás saciado. Eso hace, en resumen, que seas más propenso a comer de más al levantarte.
Perder peso mientras duermes - Razones
El sueño es tan importante en el peso corporal que puede hacerlo subir si duermes mal y equilibrarlo si duermes bien.
Dormir mal también afecta al cortisol, es decir, al estrés. En niveles elevados se favorece la acumulación de grasa corporal. Si el cerebro no descansa es menos eficiente en el control de los impulsos, se altera su centro de recompensa y es más fácil que termines buscando cosas que te satisfagan como el azúcar y las grasas.
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Si complementas una dieta equilibrada con dormir bien, con una media de 7-8 horas de sueño al día, perderás más peso. Hay dietistas expertos que afirman que puedes llegar a perder hasta siete kilos en un año si duermes una hora extra al día.
Evidentemente, esto tiene que ir acompañado de una alimentación sana y completa compuesta de frutas, verduras, pescados, carnes y cereales. Piensa que el descanso es un reductor natural del estrés, siendo la manera más sana de quitarlo y la menos agresiva dentro de tu rutina. Porque dormir lo hacemos todos.
La técnica de irse a dormir con hambre no funciona. Con ella se propicia un efecto rebote que puede ocasionar que te levantes por la noche para comer, o que desayunes más de la cuenta por la mañana. Hay que irse a dormir saciado, siempre tras una cena ligera.
Perder peso mientras duermes - Siestas e irse a dormir con hambre
Aunque no hay estudios que demuestren que la siesta afecta al apetito y a la pérdida de peso, es recomendable realizar descansos cortos de 10-20 minutos durante el día. Con ellos se compensa el déficit de sueño que arrastramos al levantarnos. Pero hay que vigilar con no alargarlos más de la cuenta, porque podemos levantarnos mal, desorientados y tan descansados que luego nos cueste dormir por la noche.
Para conseguir un sueño reparador te recomendamos echar un vistazo a nuestra sección de descanso natural, el idóneo para corregir y evitar cualquier tipo de problema.
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